lunes, 26 de septiembre de 2011

Dos pasos

No me importaba dar dos pasos en vez de uno, no me importaba tardar horas en caminar solo algunos metros, nada me importaba mientras pudiera mirar el cielo.
Daba igual cuantas personas pasaran al rededor mío, personas apresuradas que no veían más allá de sus zapatos de tacón alto, de sus zapatillas sucias, de sus zapatos de oficina muy lustrados, de sus zapatos de colegio empolvados.
Dar dos pasos en vez de uno significa disfrutar con lentitud cada día, disfrutar cada segundo de la vida, durante los otoños el caminar lento me permitía ver caer las hojas de los árboles, hojas amarillas, rojas, café, naranjas, que luego pisaba lentamente, y escuchaba el "crash, crash" que hacían al romperse.
En los inviernos, sentir la lluvia en mi rostro frío, podía ver como caían las gotas de agua en las cada vez más grandes posas, y la gente correr rápidamente a esconder de la lluvia, a esconderse del frío y del invierno, no me importaba dar dos pasos en vez de uno cuando podía observar a la gente que no disfruta lo hermoso del cotidiano invernal.
Dar dos pasos en vez de uno durante la primavera y ver hacia arriba, me permite ver los arboles con pequeños brotes de verde en sus ramas algo seca, algunas flores rosadas junto a esas pequeñas hojas verdes.
No me importaba dar dos pasos en vez de uno, mientras mi vida pareciera más larga, más placentera, más eterna...
Dos pasos en vez de uno me hacía sonreír de la rapidez con la que vive todo el mundo.

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Y ...Te cuento un cuento freak