Caminaba por un extraño sendero de tierra, de tierra oscura, café húmeda, rodeada de tristes bosques secos, deseosos de lluvia.
Caminó hasta llegar a un lugar aparentemente seguro, entró a una especie de choza creada por el tiempo y los árboles muertos del lugar, olía a viejo, olía a naturaleza muerta.
Se adentro más y más en aquella choza, había palabras escritas en pequeñas maderas en idiomas que no conocía y sin advertir peligro continuo su reciente viaje...
Por fin llego hasta un lugar que parecía ser el centro, encontró un árbol, en el suelo un árbol antiguo, podrido, un tronco desarmado algo quemado, y rodeado de ramas que formaban una nueva choza muchísimo mas pequeña y la sensación de Alicia en el país de las maravillas se apoderó de su mente, quiso entrar por un pequeño agujero que se habría entre la infinidad de ramas, y miró a su alrededor, encontró un nuevo conjunto de palabras extrañas escritas en color verde y mayúsculas, sintió temor, pero cuando reacciono, ya estaba dentro de las ramas caídas de ese árbol y una mano desconocida pero confiable, lo sujeto desde el otro extremo.
Jaló de la mano, sintió dolor y un cálido liquido recorrer algunas parte de sus cuerpo, sintió olor a sangre, y tirones de cabello, no se soltó de la mano, jaló una vez más y se encontró tirada en el camino de tierra oscura, café y humada, miro a un hombres vestido de traje negro en un sendero rural, se froto la sien, abrió los ojos, el hombre ya no estaba.
sábado, 17 de octubre de 2009
jueves, 15 de octubre de 2009
Fuego & Hielo
Fuego en los labios, en los ojos, en la piel, su tacto quemaba, pero no más que su mirada, atrapaba, mucho más que la miel.
No sonreía no lloraba, su rostro crispado de un expresión extraña estaba ahí, como tallada en piedra, sin ser capáz de hablarle, por el miedo que produjo en mí, me dí la vuelta.
Frío en los labios, en los ojos, en la piel, su tacto congelaba, pero no más que su mirada siniestra, me alejaba, como el olor a muerte.
No lloraba, no reía, su rostro,con una expresion irreconocible, me mantenia firme en mi posición, por alguna extraña razón Ella se volteó.
Intente alcanzarla, pero sus cabellos de hielo me apagaron.
Intente volver hacia Él, pero su aliento de fuego me derretió.
No sonreía no lloraba, su rostro crispado de un expresión extraña estaba ahí, como tallada en piedra, sin ser capáz de hablarle, por el miedo que produjo en mí, me dí la vuelta.
Frío en los labios, en los ojos, en la piel, su tacto congelaba, pero no más que su mirada siniestra, me alejaba, como el olor a muerte.
No lloraba, no reía, su rostro,con una expresion irreconocible, me mantenia firme en mi posición, por alguna extraña razón Ella se volteó.
Intente alcanzarla, pero sus cabellos de hielo me apagaron.
Intente volver hacia Él, pero su aliento de fuego me derretió.
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Y ...Te cuento un cuento freak