jueves, 18 de diciembre de 2008

Espera.


Obedientemente esperaba a diario desde las 19:00 bajo el mismo árbol en que lo vio sentado la primera vez.

Con la ferviente esperanza de verlo aparecer solo una vez más.

Era su eterna y silenciosa cita a la única que inconcientemente juro fidelidad.

Por horas bajo aquel árbol, hoy en flor gracias a la primavera, leyendo una y otra vez las mismas paginas gastadas de ese libro que el le regalo meses atrás.

Hasta que las manillas de su reloj marcaban las 00:00 "hora de terminar" se decía para si misma sonriendo comenzaba a caminar, solo debía esperar diecinueve horas más, pues el esta vez, no tardaría en llegar.

1 comentario:

Cata Quiro dijo...

ya puedes lo que escribiste para mi revista, esta lista la neuva edición, ve como quedó...

Y ...Te cuento un cuento freak